La Escuela comenzó a transitar su noveno año en tierra berissense. Hoy Se Juega se acercó al predio Maracaná para dialogar con Matías Lara, la cabeza del grupo, y conocer la historia, la organización y los métodos de trabajo.
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“Que Lio” es una escuela de fútbol que nació en 2010 a partir de la iniciativa de Matías Lara, profesor de Educación Física, a metros de la avenida Montevideo, en pleno corazón de la localidad de Berisso. Se establecieron en el complejo de fútbol 5 Maracaná y con el correr de los años, ante la masiva llegada de niños, niñas y mujeres adultas, agregaron prácticas en el predio Los Pocitos.
En la actualidad, las clases se desarrollan de lunes a jueves para nenes y adolescentes de entre 4 y 15 años; nenas de entre 7 y 12; y mujeres de entre 16 y 40. Además, los viernes por la tarde funciona una Escuela de Arqueros con un entrenador especializado, donde asisten 10 chicos a perfeccionar las técnicas.
Asimismo, “Que Lío” se enmarca dentro de una estructura de escuelas de fútbol que organizan jornadas y encuentros con la misma premisa: que los pibes y pibas se diviertan. Entre ellos realizan un fixture anual, que les permite llevar a cabo amistosos en los meses activos (de marzo a diciembre).
A continuación, los detalles de la entrevista con Matías Lara:
HSJ: ¿Cómo nació la Escuela de Fútbol?
ML: Te cuento la historia: a los 15 años jugaba al fútbol en Estrella de Berisso, y en la esquina de la casa de mi abuela estaba el club Agrupación Gimnasista; cuando estaba aburrido, iba a ‘patear’ y un día precisaban un técnico, me ofrecí a dirigir y me dieron la categoría 1999. Así arranqué, me gusta más formar y educar que jugar.
Tres años después, fuí a estudiar Educación Física y ví que en Agrupación a muchos nenes les decían que no podían ficharlos, que el cupo estaba lleno; en realidad era mentira, era la excusa para no aceptar al nene por no querer formarlo y evitar decirle que no tenía condiciones.
A partir de esa situación, plantee en el club la posibilidad de crear una Escuela de Fútbol, para que los chicos que no estaban preparados para jugar, pudieran formarse y, una vez que iban aprendiendo, se incorporaran al plantel. Al Presidente le gustó la idea durante un tiempo, después adujo tener problemas para seguir porque no había espacio y ahí decidí hablar con los padres, decirles lo que pasaba y continuar con la escuela por fuera del club. Fui a hablar con el dueño del predio Maracaná, nos pusimos de acuerdo para alquilar la cancha y acá estamos. Fuimos la primera escuela de fútbol en Berisso y en la actualidad también está la de Lucas Licht (jugador de Gimnasia).
HSJ: ¿Por qué se llama “Que Lío”?
ML: Ya en aquella época –en 2011- Messi era el mejor jugador del mundo, admirado y seguido por los chicos; eso sumado a todos los problemas que había tenido y a que los chicos corren, van de acá para allá, le pusimos “Que Lio”, jugando un poco con el apodo.
HSJ: ¿Con cuántos nenes arrancaron y cuántos hay en la actualidad?
ML: Cuando comenzamos en 2011, eran 40 nenes divididos en 2 grupos de trabajo. Hoy son entre 80 y 90 en marzo, para junio pueden alcanzar los 120 y tenemos 9 grupos de trabajo, divididos por edades y sexo. Entre los 7 y 10 años son las edades que más se acercan a la Escuela.
HSJ: ¿Qué aspectos miran o evalúan de un nene o nena al llegar?
ML: Nosotros tenemos correlatividad en cada clase, hay cuestiones que están diagramadas y se respetan a lo largo del año. Si viene alguien nuevo a mitad de año, se trabaja aparte durante algunas clases y se lo suma al grupo, para no atrasar a los que arrastran meses de práctica.
Trabajamos pase, traslado, recepción, remate, pierna no hábil, control en suelo, control en aire, control orientado, entre otros. Las clases duran una hora y algunos vienen una o, como máximo, dos veces por semana. Antes de empezar la jornada elongan, como para crear el hábito, se desarrolla lo planificado y, al final, se arma un partido como premio por lo que realizaron. Por otra parte, pactamos una reunión mensual entre los profesores, donde dialogamos, debatimos y ponemos todo en común en un cuadernillo de actividades.
HSJ: ¿Cómo trabajan para que ningún chico o chica sienta que pueda haber alguna diferencia con respecto a otro u otra?
ML: Todos pasan por cada puesto en la cancha. Si hay uno que mete muchos goles, lo ponemos de defensor para que se forme ahí y el que quiere ser delantero durante una jornada, también lo es. Lo mismo con ir al arco, los rotamos para que cada uno aprenda a moverse en distintos lugares del campo y exista paridad en el trabajo y la formación. Todos son protagonistas. Además, intentamos emparejar las destrezas entre los chicos, porque consideramos que se puede aprender aún ya habiendo entrado en la pubertad o en la preadolescencia y los trabajos siempre son con pelota, no apuntamos tanto a lo físico sino a lo lúdico.
HSJ: En la rama femenina, ¿hay que trabajar distinto teniendo en cuenta que no contaron con la posibilidad de formarse?
ML: Son 9 nenas, el grupo varía bastante porque vienen a probar y quizá no les gusta. En cambio, las mayores, que son 20, vienen a sacarse las ganas luego de que anteriormente se las estigmatice con que el fútbol era solo para hombres. Hoy el fútbol femenino está acaparando la atención. Las chicas llegan con algunas falencias en la coordinación que se debe a no haber tenido el lugar para aprender determinados movimientos.
HSJ: ¿Cuántos “profes” trabajan?
ML: Somos 4. Lucas, Aldana y Gastón, que es el entrenador de los arqueros. De hecho, a Lucas lo dirigí en Gimnasista, siempre quiso estudiar Educación Física y ahora que lo está haciendo, trabaja con nosotros. En el complejo Maracaná estoy solo, pero cada cierto tiempo cambiamos, como para que conozcamos a todos los chicos.
HSJ: ¿Cómo es la relación con los padres? ¿Entienden los objetivos de la Escuela?
ML: Nuestra carta de presentación es que buscamos el crecimiento del nene o la nena, lo formamos, si quiere encontrar resultados deportivos, este no es el lugar. En la Escuela tratamos de brindar valores, que comprendan lo que es compartir. Ellos vienen a clases o prácticas, no a entrenamientos.
HSJ: Más allá del funcionamiento normal, ¿tienen alguna actividad que te gustaría destacar?
ML: Hacemos un ‘Mundialito’ propio, con todos los chicos que acuden a Que Lío. Dividimos en 3 o 4 cada grupo etario, les ponemos pecheras de distintos colores y armamos partidos. Se juega un cuadrangular por categoría, se utiliza un día entero y se invita a los padres; ellos abonan una entrada y con esa recaudación, compramos las medallas para entregarles a los chicos, luego de la jornada. Y a fin de año se hace la entrega de trofeos, donde pedimos colaboración a los padres o accedemos a rifas para solventarlo, para que se lleven su premio.
HSJ: ¿Qué evaluación hacen de estos años?
ML: Hemos logrado cierta identidad en la ciudad, trabajamos de forma ordenada, la gente nos recomienda y el pibe o piba se va contento, que es lo primordial. Cada vez viene más gente. Eso significa que vamos por buen camino.
Grupos de trabajo por franja etaria: Jardín (2013-2014-2015); 2011-2012; 2009-2010; 2006-2007-2008; 2003-2004-2005.
Si querés formar parte de la Escuela, podés acercarte a:
Complejo Maracaná – (Fútbol 5 sintético),
Complejo Los Pocitos – (Fútbol 5 Sintético)
O llamar al: (0221) 3167196 – Matías
Facebook: Escuela De Fútbol “Que Lío”
Instagram: que_lio_escuela_de_futbol
Fotos: Sergio Andrés Quintana
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