Los famosos también juegan

AGOSTO | 2012

Llegamos con las cámaras de HSJ TV para cubrir un picado de caras conocidas.

Un jueves de fútbol amateur más, vas al predio, te cambias, dejas tu bolso, salís a calentar, y de repente te das cuenta que en la cancha de al lado está pisándola Luciano Pereyra, y que se la pasa a Emmanuel Horvilleur, parado en el área cual típico goleador. Pensás: “Qué copado, deben estar jugando músicos amigos”… Hasta que te das cuenta, que hay uno que grita y alza los brazos, y de repente ves que es el actor Federico D´Elia, al lado del gran imitador, Martín Bossi. Seguro se te ocurre que se deben conocer de algún programa. Hasta que amplias la visión y te encontrás con Martín Souto y Diego Díaz, periodistas deportivos, ves más allá al cómico histórico que acompaña a Marcelo Tinelli, Carna, ves a noteros y conductores como Juan Marconi, Luis Majul, Daniel Tognetti, y que desde afuera está gritando el ex bajista de Ratones paranoicos, Von Quinteiro, porque quiere entrar… Ahí sí que no entendés nada. Por eso, en Hoysejuega.com compartimos una jornada con ellos, para contarte de qué se trata este partido.

Hace aproximadamente 11 años, una invitación a un Mundial de Artistas en Rusia, fue el puntapié inicial para convocar actores, músicos y periodistas a formar un equipo de fútbol. El evento consistía en un enfrentamiento con equipos de artistas de diferentes partes del mundo y también, desempeñarse en el rol de cada uno, como por ejemplo, que los músicos toquen en vivo. La junta se organizó, pero el Mundial fue dado de bajo días antes de viajar. Y aunque la participación no se logró, el equipo quedó formado y a través de los años se encargó de realizar eventos benéficos y seguir manteniendo los entrenamientos necesarios.

Hoy en día, se juntan dos veces por semana, y se proclaman un grupo sano de amigos, en el que la profesión de cada uno no es más que un trabajo fuera de la cancha. Ahí, son todos iguales. Aunque, Roy Quiroga, el ex Ratones Paranoicos, se autodenomina como una especie de jefe, o manager del equipo por ser el más veterano, y todas las decisiones u opiniones que haya, tienen que pasar por él. Más allá de los clásicos insultos al que no la toca, al comilón, o las cargadas por la falta de velocidad a los más grandes, este equipo se divierte, se despeja de sus rutinas, y comparten una pasión como todos los argentinos: jugar a la pelota.. Tanto es así, que Luciano Pereyra, una vez recuperado de su enfermedad, había bromeado con que no tenía miedo de no poder volver a cantar, si no de no poder volver a jugar a la pelota y juntarse con estos amigos en Ocampo, donde la cancha se vuelve para ellos el lugar de esparcimiento preferido.